Después de estallar toda la noche en gritos y sollozos supe que no existías, entonces abrí la puerta del closet y ya no estabas, pero al abrir la ventana apareciste de nuevo como una pesadilla recurrente que vuelve aún después de habérsela contado a un psicoanalista traga‑pesadillas‑chafa. Allí estabas pálida, como muerta y no sé porque. Desde aquel día que tu me dijiste que me dabas tu corazón y yo lo tomé, pues tu me lo estabas dando, lo tome para hacerte feliz, lo saqué de entre tu pecho, la máxima prueba de amor.
Desde ese día todas las noches, me sentía muy mal, una tormenta de rayos y lluvias, gritos y lágrimas, entonces me levantaba y abría el closet, allí estabas, pálida, sin decirme cosa alguna, como arrepentida de haberme regalado tu corazón, como si quisieras el mío a cambio Y hoy, después de una semana y sin aviso te apareces en mi ventana. Pero no te voy a dejar pasar. Más te vale que ni intentes moverte no voy a dejarte que te lleves nada mío, algo tan precioso como mi corazón. Se que tome tu corazón, pero no te preocupes yo lo tengo en un lugar muy ... ¿especial? Un momento, ahora me lo explico , Creo que olvidé mi corazón en la bolsa de algún pantalón que ya lavaron.
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